Ya no quiero verte
no te busco pero te encuentro,
vivo esperando no saberte
pero apareces en mis ojos.
Ya no quiero fantasear con
tu cuerpo imponente
de caderas excitantes
y nalgas de durazno.
Pero no puedo,
no tengo el valor
para arrancarte de mi vida.
Espero que se consuman
nuestros sexos
en la caliente braza
de la sagrada zarza
ardiente contrario a todo.
¿Amor como encontrarte en mi época
vacía y sin sentido pero apostólica?
llenando la boca de tu enseñanza católica
ya nadie cree la mentira de tu boca
pretexto para sexo de hamaca
creyéndose seda afrodisiaca
sin valor, gloria hueca.
Por favor amor desnuca
las falacias que cercan
tu verdad. Entra por la cuenca
de mis ojos hasta tu alma de yesca
humo de virtud dionisiaca
no eres ninguna ilusión raquítica
eres reliquia sagrada védica
esperanza del dolor humano, única
copa de revelación verídica
que a las almas corrompidas rectificas.
Amor salvación autentica.
En ocasiones ya no quiero verte,
en ocasiones me siento cansado,
me siento fatigado de ti,
en ocasiones me siento asfixiado,
ya no tengo ninguna esperanza
guardada para mi alma.
Eres tu la que proyecta
imágenes en mi ser de pantalla
vaciaste tus anhelos en mi
pero solo soy un hombre vacío
sin mas ilusión que estas poesías.
Para Ana Laura
No hago otra cosa mas que verte
desde mi rincón, te observo
los negros cabellos,
tu sonrisa presume
tus rojos labios de sangre
de uva cual vino
embriagante de ojos,
tus ojos de diamantes
obscuros de noche
obscuros de día. Solo
rondas por los pasillos
de mi mente, así de repente
sin anunciarte
rompes sin aviso
el tedio de estar vivo.
Irrumpes salvajemente
para colmarme de tu ser.
Eres un recuerdo
que deseo que sea cuerpo
de pan, de besos, de carne.
No sabes lo feliz que estoy,
no eres nada de lo que creí,
eres aun mejor, tus caderas,
soñarte,
sumergirme en tu vientre,
la vereda de tus piernas,
cuerda de cabello,
negra tu sonrisa,
obscura intimidad,
las noches pasan por tus brazos,
en tu lengua,
en tu piel,
pubis y placer,
la red de tus sabanas,
viva llama del eros,
en tu cama esta el cielo,
dios en tu piel,
en tus labios.
No somos mas que el tiempo que nos sobra,
la muerte siempre esta asechando,
mientras estamos en la zozobra,
esperando pacientemente tu guadaña,
no somas mas que el tiempo que nos queda,
sembramos vida de frágil membrana,
mas que propia es arrendada.
Deuda pagada con segundos,
los segundos que no le debemos a la nada,
todo le pertenece sin mesura,
no hay tregua que valga,
nada la desgana,
tomarnos en su risa de hiena,
burlandose de la sorpresa que nos aguarda.
Que si ha de ser algo,
ha de ser maldito,
no se ha de nombrar,
ser profano de leguas y manos,
encerrada ha de estar la voluntad.
Evitar a toda costa que caiga,
terrible embrujo,
vírgenes de tiernas entrañas,
tersa y finas señoritas,
santas y benditas.
Anhelan ser profanadas,
placeres sensuales, el licor,
la carne, la nebulosa,
la fuerza de la lujuria,
perderse en húmedo huracán.
El mundo les ha negado,
abnegadas aceptaron,
desean ser liberadas,
ardientes, duros grilletes,
abstinencia.
Ahora entregadas a la orgía,
dos cuerpos en dulce libido,
cobijados por la obscuridad,
observados por el ojo del secreto,
desgarrando el aire con el placer en la boca.
Humedecidos los cuerpos en el mar,
sublime final han de encontrar,
naufragando en el cansancio,
resbala por la cama el pecado,
complacida duerme saciada de amor.
